El congreso de las aves en extinción:
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En una ocasión en que el país entero se estaba
celebrando el Mes del Medio Ambiente, los animales que estaban en peligro de
extinción tomaron la decisión de hacer un Congreso en la ciudad más contaminada
arrabalizada de todo el país.
§ Así que el día pautado a la
celebración fueron llegando desde diferentes partes del mundo y fueron acomodándose
en las butacas del Salón de la actividad. En un salón se congregaron todos los
pajaritos. De pronto el Búho, el más sabio, hizo su gran intervención y dijo:
"Compañeros alados en extinción, ha llegado la oportunidad de unirnos y
proteger nuestros árboles, nuestras casitas y nuestros nidos; le pediremos
ayuda a los niños del Jardín de Arenoso de Gaspar Hernández, para que les pidan
al Sindico que siembre más árboles en las Tierras de Arenoso y que no sigan
cortando más árboles.
o Los amiguitos del
de la comunidad y del jardín de Arenoso, escucharon a los pajaritos y de
inmediato todos decidieron acompañar a los pajaritos a la Oficina Municipal y
plantearle la necesidad en que se encontraban las aves en peligro de extinción.
José Almarante acompañaba el Chincol, Carmen Corniel iba
acompañando el Gorrión, Ángela Almonte estaba acompañando al Zorzal, mientras
que Santa Quiñones Díaz acompañaba al
Jilguero, Rafael Encarnación Jiménez estaba acompañando al Cernícalo pero en
especial todos acompañaban al Tordo.
Después de un largo rato de camino llegaron a la Delegación Municipal,
pero no les fue muy bien, ya que el
Síndico Municipal señor Mateo Arias había salido a visitar a un amigo que se
encontraba enfermo y que luego tenía que ir hacer una inauguración en un sector
de una Comunidad un poco lejana.
· Los pajaritos y los
niños y niñas decidieron ir a la Intendencia, pero el Intendente estaba muy
ocupado porque tenía mucho trabajo acumulado además estaba de llegar.
· Entonces los niños,
las niñas y los pájaros, tomaron la decisión de ir al Parlamento. Ahí no
pudieron resolver por lo que no se pusieron muy contentos, porque ahí solo se
esperaban para dar puras quejas y lamentos. Pues tomaron una decisión y que los
pajaritos empezaron a cantar, a piar, a graznar y también los niños que
comenzaron a gritar aplaudir vociferando "Queremos un cielo limpio y
bosques adecuados donde libremente podamos jugar".
o Rápidamente se
solidarizaron con ellos los obreros de la Comunidad, los estudiantes y los
transeúntes que por ahí pasaban, y se fue haciendo la voz tan grande que el
bosque y las autoridades escucharon el clamor, y con la ayuda de la lluvia y
del sol, comenzaron a salir árboles y el mundo verde quedó y los pajaritos y
los animales dijeron:
¡SE ACABÓ LA EXTINCIÓN! Y cado uno volvieron a sus tierras, convencidos
de la fuerza de la UNIÓN, que si todos nos unimos siempre podemos triunfar.
Rafael González Fermín: Matrícula, 20123-1261.